Laberintos y desniveles espaciales, misteriosas e imprevistas cuevas que combinan con sólidas construcciones, teniendo siempre la milenaria piedra como alma y guía del conjunto arquitectónico. Y Pedro, con la especial lírica de sus formas y colores, suaviza o dramatiza la visión de tan entrañables, para él, lugares.
Mª Carmen Sánchez-Rojas
Directora de la Fundación Pedro Cano
La exposición recoge una serie de grandes y pequeñas acuarelas de distintos periodos que Pedro Cano ha dedicado a dos lugares del sur de Europa vinculados por la naturaleza que los rodea. Aunque la mayor parte de las obras están realizadas con acuarela, algunas son de técnica mixta. El nombre de la exposición se debe a que ambas ciudades han surgido de entre las piedras.
El pintor ha querido realizar un diálogo entre ambos lugares. Blanca es su pueblo natal. Una pequeña ciudad que nació al amparo de un castillo. Durante siglos han vivido dentro de la tierra, en “casones”. Con Matera ocurre algo similar. Pedro Cano está muy ligado a esta ciudad donde desde hace años viene realizando exposiciones y cursos de acuarela.
Pedro nos presenta un recorrido poético por las formas y colores de estos dos lugares tan entrañables para él. Matera y Blanca parecen cortadas por el mismo patrón y, pese a los muchos kilómetros de distancia, las muestra aquí unidas en pedazos de papel que se expusieron en la tercera planta de la fundación hasta finales de marzo de 2021.